Friday, February 22, 2008

constancia

la constancia es el mejor métido hacia la sanación. Ser constante siempre fue mi propio talón de Aquilés. En muchas ocasiones me pensé demasiado exigente conmigo mismo por forzarme a hacer tantas cosas a la misma vez. Ahora veo que la constancia la persistencia y la disciplina son hermosas cualidades que le traen a uno equilibrio, fuerza y decisión en las acciones.

El problema entre la exigencia y la autoindulgencia se crea cuando lo que nos imponemos es algo que no disfrutamos o algo a lo que no le vemos resultados, o simplemente nos resulta abrumador y no sabemos como abordarlo. La ciencia de la paz...es decir la paciencia radica en cultivar y dejar que el resto venge sólo. "do your best...forget the rest".

¿qué es lo que realmente deseas? ¿qué es lo que estás haciendo para conseguirlo? ¿o qué no estás haciendo? Sea lo que sea que te propongas hay un medio para hacerlo. Simplemente comienza, mobiliza la energía necesaria del "si, esto es lo que quiero". Lo importante es eso, el universo hará el resto. Una vez que has decidido por donde quieres ir es sólo cuestión de persistir en esa misma dirección. Ahí es cuando entra en acción la constancia, la solidez de la montaña, la quietud del mar, la serenidad de lo que ES...ahi es cuando uno sabe lo que que quiere y no pone otras prioridades por encima de eso. Lo que quiero es lo único que importa, es lo que me reporta alegría y delicidad, por lo tanto es por lo que permanezco tranquilo y sereno.

Como os decía familiare y amigos, es la primera vez en mi vida que disfruto tanto de los frutos de la constancia y la perseverancia. Dado a mi tendencia golosa de saltar de un proyecto a otro, de una actividad a otra, mi mente ahora me ayuda a obtener mis objetivos con franca paciencia, con inamobile constancia.

...y este es mi ahora.

1 comment:

Natalia said...

Javi!

Me alegra que vuelvas a escribir en tu blog. Lo vi por casualidad pero me alegra que vuelvas a tener "constancia" en escribir por aquí;)

Creo que esa constancia de la que hablas es una gran virtud de la que pocos gozan y muchos desearíamos tener.

Ojalá que te traiga felicidad y serenidad.

Natalia